ALGUNES LLETRES ESCRITES A L'ENTORN D'AUTOR I OBRA



M'he endut una gran sorpresa quan he vist el que feia Manel Navarro, que signa Manel: incorporar el món de la misèria al món de l'aquarel·la.

D'aquesta unió no en conec cap precedent. Però encara que existissin, estic segur que la incorporació no s'ha produït mai amb tanta coherència i amb una intenció tan decidida i tan lúcida. I si el fet és sorprenent, ho és perquè l'aquarel·la té una tradició lírica i amable. El diccionari la defineix com una pintura amb colors transparents diluïts amb aigua. Aquestes característiques de “transparència”, de “dilució” i d'aigualit” no semblen avenir-se gaire amb una temàtica centrada en el dramatisme.

Manel Navarro ha passat aquesta barrera de la matèria, més ben dit: ha descobert en una matèria tan fràgil, plana i limitada com l'aquarel·la líquida, unes possibilitats d'expressió interessantíssimes. Podríem dir que em uns recursos fràgils, plans i limitats ha aconseguit, precisament, solidesa, profunditat i suggestió.

No parlo en el terreny de la crítica artística, que m'és vedat per la meva ignorància, sinó en el terreny de la observació de la realitat. Una realitat que no és, en aquest cas, el paisatge bucòlic o el paisatge ciutadà, sinó el paisatge humà del suburbi i la misèria. Cada aquarel·la de Manel Navarro és com una instantània robada a una pel·lícula que es projecte en sessió contínua en aquest cinema -mai no anunciat al diaris- que és el carrer.

Els carrers plens de pols a l'estiu i de fang a l'hivern; les platges brutes d'escombraries; les barraques humides i atapeïdes. Però sobre tot la gent, els vells immobilitzats en la impotència, els marrecs amb els ulls esbatanats en una dolorosa incomprensió, els homes i les dones i les famílies senceres que, per sobreviure, esperen un miracle en el qual no creuen.

Totes aquestes estampes tenen el punt d'imprecisió i de misteri que té la mateixa vida. L'emoció mai no és implacablement descriptiva, sinó tímida i insinuant. Però més denunciadora, sovint, que l'exactitud freda d'un inventari.

Manel Navarro ha sentit aquesta emoció que compromet, i ha triat l'eina per a comunicar-la. Ara som nosaltres, els compromesos en la resposta.

JOSEP Mª ESPINÀS.






 
Presentado por el novelista Josep Mª Espinàs, Manel Navarro “Manel” expone una excepcional colección de acuarelas. No es el acostumbrado mundo más o menos amable de los paisages o de los temas urbanos, de los floreros o bodegones, resueltos con mayor o menor viirtuosismo o arte. La realidad que inspira y dicta a Manel Navarro su obra es muy otra y distinta: parte de ese realismo que no se inserta en el arte sino en la existencia. Esta hecho de cotidianidad y vida y lo que cuenta en él es la gente, el hombre de la calle, su sufrimiento, su drama externo-interno mezcla de desolación y desnudez. Los personages míseros y anónimos de esta pintura de Navarro no tienen nada de símbolos, carecen de esa literatura que pretende crear mensajes y testimonios fáciles que nadie ignora. Son las imágenes -y no por ello menos corpóreas y vivas- de un espejo en el que a diario se miran los hombres, acaso sin verse, para salvarse de su soledad y su miedo, como niños que se taparan los ojos para no ver lo que les parece horrible.

En sus acuarelas, Manel Navarro intenta exponer y expresar todo ese dramatismo de unos seres míseros y oscuros dejados de la mano de los hombres y hasta de sí mismos. Con un expresionismo de pincelada nerviosa y segura y, sin embargo, conmovido en una caridad que es ternura o en una ternura que es caridad, el artista les cristaliza la desesperanza y la deja vibrando. La vemos estremecida en esa atmósfera de hierro, aire inmóvil que sopló de los desiertos del alma humana y que, habiendo envuelto a esos seres, se quedó ahí quieto y desheredado subrayando anhelos inútiles.

Por lo que se refiere a los gravados, Navarro ha logrado una pureza de línea y una belleza de ejecución que revelan en él a un maestro del dibujo y la técnica extraordinariamente dotado.

FERNANDO GUTIERREZ.

__________________________________________________________________________________



 
En raras ocasiones es posible hoy hacer hincapié en la originalidad de la obra de un pintor. Y no porque no haya pintores originales, o cuando menos que quieran serlo, pues harto sabido es que la originalidad es el los tiempos que corren un tópico, una necesidad y hasta casi una condición sine qua non de la profesión; a tal punto que, por contradictorio que parezca, se ha convertido en multitudinaria rutina. Y como -cabe preguntarse- se puede ser original cuando todos, o la inmensa mayoría, arrancan de ser ellos solos, de poner su “yo” por encima de todas las cosas? (Mi yo, que me arrebatan mi yo”), exclamaba aquel pobre diablo entre la muchedumbre de los infinitos como él). La respuesta es, claro está, que la originalidad se ha puesto dificilísima, pues si todos quieren ser algo determinado y destacarse en el mismo sentido, las posibilidades de que sólo uno lo consiga en esa dirección unilateral se reducen en extremo.

Pero mira por donde nos encontramos con un pintor que es, o así nos lo parece a nosotros, verdaderamente original. Se trata de este Manel Navarro, actual expositor en la Sala Gaudí (la de la Avenida de Madrid), de quien ya habíamos visto alguna cosa en otras galerías, pero que aún no nos había dado pruebas de tanta madurez com estas de ahora. Ni que decir tiene que podemos encontrarle parecido con otros, aunque no muchos, pues de todos modos la originalidad absoluta es algo que en un arte tan viejo como el suyo hay que descartar de entrada y que, en el fondo, como hoy empieza a verse claro, puede conducir a abusos más que a legítimos logros. Y así, en las obras de Manel Navarro aquí y allà podemos ver rasgos concomitantes con las de lagunos de sus ilustres antecesores; tal cuello o rostro alargados nos harán pensar en Modigliani, como en Rouault la frecuente delimitación de una figura por medio de un grueso “cerné” oscuro o como en el Goya de las “pinturas negras” la caracterización desaforada de un personaje o la insólita potenciación de la materia pictórica. Pero todo eso pronto advertiremos que son aires de familia, inevitables e involuntarios como tales, que en nada menoscaban la autenticidad de esta pintura, porque no es la originalidad lo que en ella se persigue a toda costa y como limitado punto a la vez de partida y de llegada. Manel Navarro busca ni más ni menos que interpretar a la gente, a las gentes de su mundo y el nuestro, algo tan natural y sencillo, tan propio de la pintura de cualquier tiempo, que, sin embargo, en la de nuestros días, demasiado preocupada de ser diferente, se ha ido perdiendo en los meandros egocéntricos de sus borrones y cuentas nuevas inacabables y tantálicamente sucesivos. ¿Habrá algo más natural, tan propio de la gente que somos, como hablarnos unos a otros de eso precisamente: del qué y el como de nuestro modo de ser, de los gestos, ademanes y actitudes que nos configuran y definen entre los demás? ¿Y por qué no ha de hacer eso, hablar de todo ello, entre sus muchas opciones válidas posibles, la pintura?

Tal es el camino que ha elegido Manel Navarro. El, en su exposición actual, nos habla de los “Emigrants”, del “Home cabrejat”, del “Nyèbit”, de la mujer grávida en “Germinal”, de la eterna cúpula humana en su “Homenatge a Picasso”, del hombre que se arrastra y se convierte en “El llangardaix” o del que concentra todo su monumental esfuerzo en llegar con el índice a la “Nosa” que le tapona el oído... Son actitudes y figuras emblemáticas, pero asimismo de concreta e intensa caracterización de tipos y situaciones. Lo anecdótico se diluye en méritos de lo sicológicamente significativo de la condición humana en que el pintor concentra y, en cada caso, particulariza su atención. El muestrario de sus impresionantes etopeyas -aclararemos para el lector distraído, que etopeya es, precisamente, descripción del carácter, acciones y costumbres de una persona- es copioso y de la mayor diversidad. Puede ir de lo social, como en los espléndidos “Clemència” y el “Parat”, sin caer en fáciles demagogias, hasta lo humorísticamente costumbrista, como en “El cigarret” o “La sega” y desde la deliciosa escena familiar del niño que acaricia a su madre en “Una tendresa”, hasta la sátira sin abruptas mordacidades pero extraordinariamente aguda de “El savi”, en el que el que presume de serlo aparece bien captado en esa bobaliconeria del pedante harto conocido por todos. Y es que en todas estas obras hay la perspicacia de un muy sutil observador, que lo es justamente porque se ha hecho costumbre de intentar entender a los demás; y hay igualmente esa otra sutileza, propiamente artística, del ingenio capaz de conferir elocuente significación a las formas y los colores que constituyen su lenguaje propio. Un lenguaje, por lo demás, coherente en sumo grado, de gran sobriedad y economía en sus expresiones y su sintaxis, pero de muy ricos matices que, contenidos y hacia dentro como están hay que ir descubriendo poco a poco.

Si; Manel Navarro es un pintor de muchísimo interés, de muy acusada personalidad, y su exposición es de las mejores que hemos visto desde hace bastante tiempo. Una exposición realmente original, en el buen sentido de la palabra, tal vez porque serlo por encima de todo no le haya preocupado excesivamente. El parece saber bien que lo que importa de verdad es ... otra cosa.

 
 
 
En Sala Gaudí I, reúne Manel Navarro más de medio centenar de pinturas. La amplia muestra constituye novedad con relación a las exposiciones presentadas anteriormente por el artista, en el sentido de que señala un acentuado avance dentro de la tendencia expresionista en que milita su obra. El excesivo uso ha deteriorado el vocablo “expresionismo”, pero en su caso el expresionismo se halla implícito en la pintura comentada: un expresionismo radical, donde la mordacidad, el sarcasmo o la ironía conjugan variados y aún opuestos matices de expresión plástica, entre el humanismo socializante y la contestación irreductible. Esa humanidad que presenta Manel Navarro es el paradigma de la contestación absoluta y como tal, el objetivo último de esta pintura, a su vez, en tanto justificación válida de su propia esencialidad, dotada de poderosos y efectivos valores plásticos, conceptual y técnicamente considerados.

__________________________________________________________________________________
                                                              
                                                        Catàleg de l'exposició de 1977.


L'humor serà el somriure entre les llàgrimes, el riure amarg, el salt brusc del còmic al tràgic i del tràgic al còmic romàntic, el sublim al revés, la guerra a tot intent d'insinceritat, la compassió que s'avergonyeix de plorar, l'enriure's, no del fet, sinó de l'ideal mateix”. (Benedetto Croce).






Manel Navarro, en Sala Gaudí
Sigue este notable pintor i dibujante enfrascado en su tarea, o mejor, para quitarle a lo suyo lo que esa palabra pueda tener de fatigosa forzosidad, sigue en su afición a comentar figuras i actitudes del calderoniano “Teatro del Mundo”, o del quevedesco “Mundo por dentro”, o de la balzakiana “Comedia humana”, que las más de las veces es tragicomedia...

Decirlo así tal vez sea sobrecargar de antecedentes literarios algo que se atiene muy estrictamente al ámbito de la pintura. Pero de que ésta sea el medio más adecuado para tal cosa bien lo dice el que a ella haya tenido que acudir la literatura para designar, como “pintura de costumbres”, un género de tanta solera como el de la descripción más o menos intencionada del modo de ser de las gentes. Se trata, pues, de algo que, por mas que las artes contemporàneas experimenten a su respecto cierto desvío, tiene bien ganados títulos de propiedad difícilmente discutibles.

Se ha de añadir, sin embargo, que no se trata en su caso de pintura social, costumbrista o cualquier otro embeleco semejante, como no se trataba de tal cosa en las obras de los escritores citados. Lo de él, lo de Manel Navarro, es una indagación al filo de la vida y un comentario sagaz, irónico unas veces, satírico otras y más a menudo humorístico, esto es, cordial, como fruto festiva o compasivamente recreador de estas indagaciones suyas. En ello tiene algunos, contados, precedentes en la pintura de este siglo; tal, el más lejano, el de un Solana, y tal, el mas próximo, el del sevillano Francisco Mateos, recientemente fallecido. Con mejor humor, por lo que hace al primero y con menos veleidades fantasiosas respecto al segundo.

La dicción de Manel Navarro es más directa, abreviada y arquetípica, aunque no por ello menos gráfica y contundente. Tiene, además, un muy peculiar estilo. Practica la deformación, pero bien ceñida a las relevancias expresivas que se propone y los grandes trazos negros que contornean las figuras y las coloraciones a que se atiene, bien moduladas dentro de su consistencia, contribuyen a hacer muy rotundas las imágenes que nos brinda, ante las cuales no caben titubeos acerca de su sentido. Dibujos como “L'elector”, “L'il.luminat”, “El flechazo” o “La bagassa”, i espléndidas pinturas como “A l'ombra de la foscor”, “Més meuca que fina”, “A la llum del sol”, “Assetjats per la fam” -Navarro titula muchas veces con la significativa concisión del Goya de aguafuertes i dibujos- o la serie de “Actituds”, referida a jugadores de cartas, son, como pudieran serlo otros títulos que exhibe, buenos exponentes del arte singular, incisivo pero humanísimo, de este singular pintor.



                                         
 
La obra de Manel Navarro ha adquirido una consistencia y una solidez artística tal vez no previsible aun en su anterior manifestación en esta misma galería. Entonces lindaba con lo grotesco en una dimensión de pasatiempo irónico. Pero ahora se ve claramente ya que en estos personages que continúan bajo la apariencia grotesca hay una fina ironía y un humor trágico que, como el mismo artista apunta en la cita que hace de una frase de Benedetto Croce, se convierte en una mofa del ideal que en el fondo es todo proyecto de vida. La obra de Manel Navarro provoca la risa pero el observador inmediatament va más allá y toma conciencia de que asiste a un espectáculo de fracaso de todo proyecto vital en el que la pastosidad de la materia pictórica y la sensibilidad de la línea apuntan a lo hondo del sentimiento con que el artista trata la temática. En este sentido se sitúa dentro de una tradición popular y, además, catalana, que supo muy bien aflorar Xavier Nogués que, en su tiempo, nos trazó y ofreció, en su mejor obra y la menos condicionada, la contrapartida del exultante triunfalismo mediterraneista del noucentisme. En aquella burguesía y en aquel pueblo que se iddealizaban había un escapismo que dramáticamente pondría en evidencia la guerra civil española, que volvería a abocarnos al tenebrismo del cual parecía que ya habíamos escapado. Pero la obra de Manel Navarro no es un retomar a Xavier Nogués sino su ironía. Formalmente es original y sincero y la destrucción y la caricatura de lo formal arrancan de una estulta resignación de los personajes, que es en donde Manel Navarro se detiene para que aparezca todo el dramatismo de la temática. El tratamiento plástico aparentemene burdo y esquemático es, precisamente, el medio formal para la eficiencia expresiva. Nada, pues, de naif ni de ingenuo sino un estar muy alerta de que lo plasmado transmita la observación espiritual que de los hechos lleva a cabo el artista.

ARNAU PUIG.

__________________________________________________________________________________

 




Article de la revista bimensual ZEROVUITTRESQUARANTA DE VILASSAR DE DALT DE Nov/desembre 1990.

Manel Navarro a la Sala Ferrer i Puig.
Durant el mes d'octubre ha tingut lloc a la Sala Ferrer i Puig, del MUSEU MONJO una notable exposició de pintures i dibuixos de Manel Navarro, un pintor amb una llarga trajectòria en el món artístic. La seva obra conté, a més d'uns valors plàstics indubtables, una càrrega social, plena d'ironia, sàtira i sarcasme. Podria ser inclòs sense cap exageració dins la brillant escola dels ninotaires catalans. Ens plau publicar a continuació un petit text que Joan Barat ha escrit expressament per aquest pintor. Joan Barat és un destacat poeta i novel·lista català, pertanyent a la generació anomenada de la guerra, a la qual aquella contesa i el seu tràgic desenllaç per a Catalunya i la seva llengua pogueren, malgrat les dificultats de tot ordre, assegurar la continuïtat literària del nostre país. Nascut a Barcelona l'any 1918, col·laborà a la revista Ariel, publicà diversos llibres de poesies, entre els quals cal destacar “Poemes” (1947) i “Testimoni de silenci” (1952). Entre la seva obra en prosa són notables el “Diari del captaire” (1955), “La columna trencada”(1958) i “Això va passar a Gualba” (1976). La nostra revista s'honora avui a poder oferir als nostres lectors unes ratlles d'un dels més exquisits i delicats escriptors contemporanis de la literatura catalana.

A l'artista Manel Navarro.

A estones et sento veí d'en Kafka i d'altres germà de Crist (no el dels miracles sinó el que fotia garrotades als mercaders del temple). Dignifiques el terrible mot (sord per tanta gent grimpaire): misèria. Agermanes el sentit de dues paraules que els grans del món entretenen interminablement a les abarrotades sales d'espera de la burocràcia: esperança-impossible. Només la digna harmonia dels colors i l'expressiva humanitat de les línies (moviment), minva l'angoixa del clima tremendament claustrofòbic. I, malgrat tot, els teus personatges, quasi tots somriuen, riallegen, esperen unes portes obertes d'un hipotètic demà. Si volguéssim plorar no podríem: ens deixes els ulls massa oberts. I aleshores tenim la sensació que algú no menja, no canta, no fornica, no cobra, no respira, no es queixa, ens passeja a coll-i-be, i encara ens demana perdó: per si els seus ossos descarnats ens malmeten l'entrecuix i allò que no sona. JOAN BARAT.
 
__________________________________________________________________________________ 
 

(Poesía de l'amic i poeta JOAN BARAT).

 
 
HOME TANMATEIX!
A Manel Navarro; homenatge als seus “homes” i “dones”.

Sento créixer una antiga arrel
des de la terra als teus membres,
però no sé si venies del cel
o germinaves en obscures sembres
d'un temps anterior,
abans de l'amarga veritat
de descobrir en l'amor
de tu mateix, la soledat
dels déus que t'infantaren
a imatge seva...
arrel, galàxia o una minsa,
irònica, absurda,
llavor del passat.

Joan Barat, 25 d'octubre del 1977.




 
Portada del llibre -i página de la dedicatòria-, obsequi d'en Joan Barat, Edició "Els llibres de l'Óssa Menor",  1952, un dels primers llibres editats en català després de la guerra civil. S'hi diu: "Han estat tirats d'aquest  llibre -de 85 pàgines-, 600 exemplars en paper alfa, numerats. (Aquest és el 13). Hi ha poesies de Rosa Leveroni, Salvador Espriu, Josep Romeu, Josep Palau i Fabre, el mateix Joan Barat, Joan Perucho, Joan Triadú i Jordi Sarsanedas. I propia presentació i fotografía de cadascún d'ells.
 
 
 
ELS CINC. Conte d'en JOAN BARAT, datat els dies 2 i 3 d'octubre
del 1985, inspirat en una pintura a l'oli, 162x130 -realitzada l'any 74 i avui desapareguda-, amb el tema de la qual també en vaig fer l'aquarel·la 34x30 que es reprodueix i alguns dibuixos.

 
 
_____
_
___
Dos d'ajeguts en diverses posicions, i tres drets. Però on es troben?
És una presó?
Un consultori mèdic?
Una maison de santé?
Una casa de barrets sense decorar?
Una austera cambra de diputats?
Un gimnàs?
No hi ha portes ni finestres. Com han arribat fins aquí aquests cinc homes? Com en ortiran?
Situació complexa sens dubta. De què parlen? Això és el que diuen:
A mi m'agraden els menuts de gallina. I a tu?
A mi m'agrada el tall rodó. I a tu?
A mi m'agrada la botifarra amb mongetes. I a tu?
A mi m'agrada el ventre de porc amb llenegues. I a tu?
A mi m'agrada el bacallà amb samfaina. I a tu?
Per torn rigorós han discutit i comparat els plats i han arribat a una conclusió sumaríssima: són plats de diumenge i, ells, es veuen obligats a menjar plats de dilluns.
Què són els plats de dilluns?
1er. Es recullen les deixalles dels plats del diumenge (que nostre amo sigui lloat per la seva generositat d'estar una mica desganat).
2on. Les deixalles es trituren a la maquineta que actua elèctricament amb tres pressions del palmell de la mà (una, dues, tres: nen, no saltis tant que vomitaràs).
3er. Es dona consistència a la pasta amb unes almostes de farina de galeta (grumoll: petita massa de substància pulverulenta aglomerada, de substància líquida coagulada. Fabra).
4art. Se'n fan petites porcions, s'enfarinen i es tiren a la paella quan l'oli bull (amb oli de gira-sol, que minva el colesterol).
5è. Les porcions es serveixen fredes i embolcallades amb dues fulletes d'enciam (el contrast del color ocre brut de les croquetes i el verd fosc de l'enciam dóna, mentalment, una expansiva sensació de picnick pirinenc.
Són agradables al paladar aquestes croquetes?
No li sabria dir. Això no és el més important. (parla l'home llarg i prim que figura en primer terme). El que compta de veres són els somnis.
Que vol dir?
Veurà. Mentre fem la digestió cada un de nosaltres somia que s'atipa del plat de diumenge que li agrada més: botifarra amb mongetes, menut de gallina, etcètera.
No resulta molt avorrida i absurda la seva existència en aquest lloc tancat i desconegut?
Oh, no es cregui, disfrutem d'algunes alternatives compensatòries. Els dissabtes ens donen una guia Michelin il.lustrada profusament que es complementa amb un gran globus terraqui. Déu n'hi do de les escapades que fem tots plegats: Després, el primer i tercer dijous de cada mes, fem la processó dels “Germans del Silenci Democràtic”, que dura tres hores.
El penúltim home, cap al fons, que està recolzat a terra i s'aguanta el cap amb la mà dreta, fa una rialla xisclada i exclama:
I el dimecres, el cul me llepes!
Aquesta facècia ha provocat una riallada general, si entenen per rialla uns singlots que recorden el lament de les hienes acompanyats d'un sacseig violent de les espatlles.
Aquí mai no venen dones...?
Bé, fins ara, aquest fet encara no ha ocorregut. Però també en aquest terreny disposem d'un avantatge extra: el diumenge a la nit (le dimanche fou), ens faciliten alguns exemplars del Play Boy.
I amb imatges de paper poden acontentar-se?
Veurà, passa com amb el somni de les croquetes... Altrament, sempre ens queda el recurs de prendre una tassa de pericó, que és astringent.
Escolti, vostès poden ser feliços aquí? No tenen manera de trobar una porta secreta per on escapolir-se i tornar a la vida normal?
La vida normal, diu? Què és això? Una institució benèfica?, una urbanització?, una comèdia musical?, un col.lectiu silvestre?, una lliga política?, una sèrie televisiva? Veurà, de moment ja ens està bé. Anem tirant. Fem bona aquella dita de “qui dia passa any empeny”. Ens haurà de perdonar, però avui és divendres i, durant una hora, tenir dret a exercir el nostre dret de protesta. Falten un parell de minuts.
I de que protesten...?
Volem reivindicar el nostre dret a la onicofàgia.

 
 


Carta data el 27.1.82 que emvià l'amic Joan Barat.

Els teus personatges formen com una saga que sembla que estigui més enllà del temps i de l'espai. Vull dir que hi ha quelcom molt teu, molt interior.
De tan humans resulten inhumans, de tan reals, grotescos. La vida és exactament així, però no tothom ho vol veure o explicar. Tu ets prou valent per expressar-ho d'una manera adolorida i, malgrat tot, plena de confiança.
Gràcies pel plaer d'haver-te pogut admirar una vegada més.

JOAN BARAT

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


 



CARTA DE JOAN BARRERA I PUIGVÍ (*), ADVOCAT.


Senyor Manel Navarro López                                                   19 de gener de 1982
Advocat

Amic: Llegeixo amb regularitat els butlletins de GESA que rebo habitualment. Tota vegada que ja son diversos els escrits que t'hi he vist (també en alguna altra publicació) no vull esperar més temps per a comunicar-te la sorpresa que m'ha causat el descobriment d'una personalitat que no et vaig saber veure mentre ens varem tractar. En aquell temps jo no lligava el cultiu de l'humor amb la vàlua personal que pressuposa. Nosaltres ho passàvem bé i això feia que els transcendentalistes no ens apreciessin.
L'experiència m'ha ensenyat que l'home capaç de bromejar sobre la vida és que l'ha compresa i se n'ha possessionat. Els encarcarats només poden acumular càrrecs i morir-se sense haver entès res. Pobrets.
Els teus articles em revelen que tens una visió molt sencera i profunda dels problemes que tractes sense deixar-te endur per l'última impressió. La teva concepció revela una molt sòlida formació humanística, que no és gens corrent entre els professionals d'avui.
Quan amb els companys de la Mútua comentem els teus escrits, jo presumeixo d'haver-te vist començar i d'haver estat amic teu. Aquesta possibilitat de “fardar” mereix un reconeixement. Aquí em tens.
Gràcies i adéu.                                                                        Signat:Joan Barrera

(*) Amb l'amic Barrera, ja traspassat, que anys després esdevingué director de la FIATC, només ens freqüentarem als passadissos dels Jutjats i mai no va conèixer la meva activitat artística.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------





Carta que m'envià el Comité Olímpic de i algunes dades de l'exposició col.lectiva al Palau de la Música.

Barcelona, 26 de juny de 1991.

Benvolgut senyor:
El comitè Olímpic de Catalunya vol organitzar una exposició col.lectiva d'artistes catalans amb dues finalitats:
La primera, la recaptació de fons que permeti la continuïtat de la seva tasca; la segona, l'obtenció del recolzament del món de l'art, molt important en aquests moments per la repercussió social que aquesta exposició col.lectiva aportaria.
En l'aspecte d'organització, l'exposició estaria formada per cinquanta noms dels més importants de l'art català contemporani. La sala serà decidida segons el volum del material cedit.
Dates: el proper mes de desembre o gener.
Catàleg: El Comitè Olímpic vol que quedi constància de l'exposició i a tal efecte ha previst la realització d'un llibre-catàleg en el qual s'inclouria una reproducció amb color de cada una de les obre cedides pels artistes.
Garanties: Per tal d'oferir garanties als artistes, el COC es compromet fins al moment de l'exposició i durant la mateixa, a contractar una assegurança i a, en cas de no celebrar-se l'exposició en les dates previstes, retornar l'obra al pintor. Finalitzada l'exposició, les obres no venudes quedarien en qualitat de cessió temporal, en un dels museus d'art contemporani que té Catalunya. Aquesta exposició compta, de moment, amb el recolzament de crítics i historiadors (la signatura dels quals us serà tramesa en els propers dies.
Cordialment,
Signat: Xavier Vinyals, Director general.

El peu de la carta hi figura una nota que transcric: Rebo en nom del COC, en qualitat de donació per venda i amb les garanties de la carta, de Manel Navarro, l'obra -oli- “El nen de la pipa”, del qual n'és autor. Dia 1.4.92. Signat: Elena Morató. (reflectint el nº del DNI).






__________________________________________________________________________________